Nadie sabía quién era el padre del hijo de Carin, ya que ella había conseguido mantener el secreto durante todo el embarazo... Pero en el parto se le escapó un nombre: ¡Raphael Alvares!
El multimillonario brasileño acudió inmediatamente al lado de Carin. ¿Lo hizo porque su honor le obligaba a dar su nombre al niño, o acaso aquella única noche de pasión lo había hecho desear convertir a Carin en su esposa?
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